Antes de comenzar te invito a leer aquí la primera de este par de entradas sobre las pinturas, si no lo has hecho. En esta segunda parte vamos a echar un vistazo a los tipos de superficies/ materiales que podemos querer pintar, problemas que pueden presentar y cómo preparar cada superficie según el material de que se trate; también repasaremos algunos criterios para elegir los colores de las pinturas y las distintas opciones o medios de aplicación práctica.
D. Tipos de materiales a pintar. ¿Cómo preparar la superficie?
Sea cual sea la superficie pintar, ésta debe estar lisa y firme, y estar limpia y seca, pero según el material de la superficie podemos encontrar distintos problemas a la hora de tratarla yo/y pintarla. Para poder distinguirlos y evitarlos, vamos a ver cada superficie por separado:
C.1. Madera
Hay maderas de muchas clases, con mayor o menor porosidad, distintos tonos y siempre distinto veteado. La madera es un material poroso que, en mayor o menor medida contiene bacterias, humedad, resinas y taninos. Es un material orgánico compuesto de fibras de celulosa y lignina. Como todo el mundo sabe, la madera se obtiene del tronco de los árboles.
Entre los problemas que puede presentar la madera están el deterioro por cambios dimensionales (dilatación por mucho calor, contracción por muy bajas temperaturas), el exceso de humedad e incluso la pudrición (por hongos y bacterias) y la ruptura de sus fibras debido a los rayos ultravioleta del sol. También podemos encontrar maderas viejas con ceras que no se eliminan tan fácilmente y necesitan un lijado profundo.
Para acondicionar y preparar la madera para pintarla, si se observa humedad lo primero es eliminar esa humedad, secar bien la madera. Después, para protegerla frente a los hongos se puede aplicar un protector para madera o fungicidas en disolución penetrante. También es conveniente la protección frente a la humedad y los rayos ultravioleta con un protector específico si la superficie va a estar a la intemperie, en terrazas, balcones, etc. Una vez limpia y seca y antes de aplicar ningún tratamiento a la madera, barnizarla o pintarla, hay que lijarla bien y eliminar el polvo resultante.
C.2. Yeso
El yeso, elemento de interiores más habitual en las paredes, es un material mineral poroso compuesto de sulfato cálcico hidratado que tiene un gran poder de retención de agua, un secado lento y un fraguado irregular.
Los problemas que pueden presentar las superficies de yeso son, principalmente: zonas de hongos, eflorescencias y zonas de superficie brillante.
Para pintar una superficie de yeso que presenta humedad, en primer lugar hay que secarla por ventilación (también en algunos casos -sótanos, inundaciones, etc.- puede ser necesario utilizar ventiladores de aire caliente). Después se suele dar un cepillado de sales y se lijan las zonas brillantes de la superficie. A continuación se elimina el polvillo y para eliminar el moho se cepilla con liquido fungicida. El penúltimo paso es plastecer los defectos para obtener una superficie lisa, volver a lijar para alisar el plastecido con la superficie y finalmente acabar con pintura plástica al agua, pintura mate al uso, o la pintura decorativa elegida.
C.3.Piedra
Hay muchos tipos de piedra; en general es un material de composición mineral muy variada, poroso y de superficie irregular.
La piedra puede presentar problemas de suciedad incrustada, eflorescencias, grietas por hielo, elevada absorción de agua, hongos, y superficie pulverulenta.
A la hora de pintar la piedra, no debe hacerse por encima del 6% de humedad. La manera de solucionar profesionalmente este tipo de problemas en grandes superficies suele ser dar un cepillado de polvo; para eliminar el moho se realiza un cepillado con liquido fungicida; las eflorescencia se eliminan con agua y, si hay suciedad incrustada, ésta se elimina con agua presión. Si se quiere dejar la piedra vista, simplemente se puede aplicar barniz de silicona (hidrofugante). Si en cambio vas a pintar la piedra, puedes sellar la superficie con un barniz sellador.
C.4.Ladrillo
Las superficies de ladrillo son superficies con juntas acanaladas y bloques minerales de arcilla, con distinto grado de porosidad (desde alto hasta nulo).
Las superficies de ladrillo pueden presentar problemas de eflorescencias, alta absorción de agua, mala adherencia de pinturas en ladrillos sin poro y suciedad incrustada.
Para pintar una superficie de ladrillo, en primer lugar la superficie debe estar seca; luego hay que cepillar bien la suciedad sobre todo en las juntas, y eliminar las eflorescencias con agua y secando bien. Si hay moho, éste se elimina con liquido fungicida. Finalmente se sella con barniz sellador, que sirve de acabado en superficies de ladrillo «cara vista» y de protección + base cuando se quiere pintar la superficie.
C.5.Cemento/Hormigón
El cemento es un material mineral compuesto de silicatos, contiene humedad, es poroso y alcalino. Puede contener distintas mezclas de arena, grava o fibras, dando lugar a distintos tipos de cemento u hormigón con distintas propiedades.
Los problemas que puede presentar este tipo de material son, entre otros: exceso de porosidad, alta alcalinidad, sales exteriores y arenillas sueltas.
El cemento debe haber fraguado y haber secado bien, por aireación natural. Un paso importante es la eliminación de arenilla suelta por medio de chorro de arena o cepillado. Si hay moho, éste se elimina por medio de cepillado con líquido fungicida. Las grietas se rellenan con pasta elástica y, finalmente, la superficie de cemento u hormigón se sella con pinturas diluidas resistentes a álcalis o selladores. Si se quiere pintar con una pintura decorativa, se puede aplicar una vez seco el sellado.
C.6. Acero
El acero es un metal compuesto de hierro, carbono y otros metales. La superficie del acero es lisa, pero en las uniones entre las distintas piezas de acero existen las irregularidades propias de la soldadura.
Entre los problemas que puede presentar una superficie de acero a pintar, están la grasa y la suciedad, el óxido en placas u óxido pulverulento y, en exteriores, el salitre marino. Puede presentar otros problemas, pero estos son los más habituales e importantes.
Para preparar una superficie de acero para pintar, antes que nada hay que eliminar el óxido si lo tiene, esto se hace por cepillado mecánico o manual, lijado o chorro de arena. Hay que desengrasar bien la superficie y, cuando la superficie está bien limpia y seca, conviene dar una imprimación antioxidante para evitar una futura oxidación.
C.7. Acero galvanizado
El acero galvanizado es un metal compuesto de acero y recubierto por una capa de zinc. De superficie lisa, temporalmente protegida frente a la oxidación.
El acero galvanizado viejo puede presentar una superficie irregular con sales de zinc sueltas; y aunque sea nuevo, puede tener una superficie muy grasienta y una mala adherencia las pinturas.
Para pintar un acero galvanizado con mala adherencia, primero hay que desengrasar bien la superficie con disolvente si tiene una superficie grasienta, luego dar un cepillado de sales y, una vez seca la superficie, lijar ligeramente. Después, una imprimación adherente o especial para acero galvanizado.
C.8. Aluminio
El aluminio tiene una capa de óxido superficial que lo protege, y la superficie lisa.
El aluminio puede tener grasa, suciedad y sales adheridas y mala adherencia de las pinturas.
Antes de nada, hay que eliminar la grasa y suciedad de la superficie con disolvente, también puede ser necesario un cepillado de sales y/o un lijado fino si está pulido, antes de poder aplicar una imprimación adherente para aluminio.
C.9. Cobre
El cobre, ese metal rojizo y de superficie lisa que está tan de moda últimamente, en las superficies y objetos decorativos antiguos puede tener manchas de sales de cobre verdes.
Cuando en la superficie u objeto de cobre se han formado sales de cobre verdes tenemos que lijar las sales con un lijado fino y desengrasar con disolvente. Estando bien limpia y seca la superficie, se aplica un esmaltado directo o un barnizado trasparente con laca (especial para cobre).
C.10. PVC
El PVC es un plástico compuesto de cloruro de polivinilo armado con cargas minerales y plastificado, con una superficie muy lisa.
Tiene superficie brillante, algo que no suele ser muy estético, y mala adherencia a las pinturas.
Antes de pintar el PVC para eliminar el brillo, darle color, etc., hay que limpiar la suciedad y/o grasa con un disolvente y luego aplicar una imprimación adherente para PVC, sobre la superficie limpia y seca.
E. Elección de los colores. ¿En qué te basas?
Para elegir el color adecuado hay varios factores a tener en cuenta: psicológicos (cromoterapia), sociológicos (tendencias de color) o estratégicos (efectos luminosos, de amplitud -colores claros-, profundidad -color negro-, etc.).
Si te llama la atención la cultura oriental, puedes guiarte por la filosofía Feng-Shui para elegir los colores.
Por otro lado, en la cultura occidental se asocian distintos matices psicológicos a los diferentes colores, matices que deben tenerse tan en cuenta como los gustos personales de sus habitantes:
• Blanco: Se asocia a la pureza, el espacio, la nieve y la limpieza. Es una gran opción para espacios pequeños (junto a los colores muy claros, con un alto componente de blanco en su composición) porque da sensación de amplitud.
• Amarillo: Representa la luz solar, la alegría y la energía y además se considera que estimula el apetito.
• Rojo: Como el amarillo, también se considera que fomenta el apetito, pero además es símbolo de amor, fuego y sangre… ¿no apto para cardiacos? estimula los sentidos, quizás demasiado cuando es intenso. Se considera psicológicamente apropiado para zonas de reunión con amigos, zonas de juegos, etc., pero no para dormitorios, donde es más adecuado un tono relajante, ni para zonas de trabajo donde es más adecuado un color menos estimulante y que facilite la concentración.
• Azul: El azul sí que es un buen color para oficinas y espacios de trabajo, ya que se aprecia como un color productivo y que favorece la concentración. En tonalidades claras, se asocia al descanso, el mediterráneo, el cielo y el agua, por lo que es fresco y relajante, símbolo de paz.
• Verde: Evoca la salud y la tranquilidad, el equilibrio y la naturaleza; es un color ideal para el dormitorio, por ejemplo.
• Gris: Es el equilibrio entre blanco y negro, no influye en el resto de los colores, sus asociaciones son poco positivas (aburrimiento, vejez, desánimo), sin embargo, combinado con colores alegres como el amarillo, forma combinaciones ideales, en perfecto equilibrio.
• Negro: Como el gris, el negro tiene asociaciones psicológicas poco alentadoras (muerte, oscuridad, tristeza) y, sin embargo, consigue destacar por encima de todo eso con su elegancia y magnetismo. Opuesto a la luz, el negro encuentra todo en sí mismo.
F. Ya has elegido la pintura y el color pero ¿cómo aplicarla?
Básicamente podemos resumir en 4 los métodos de aplicación de pinturas más utilizados:
F1. A brocha o pincel:
La aplicación a brocha o pincel es la más sencilla y habitual, aunque no es la más adecuada (por su lenta aplicación) para superficies grandes como las paredes, excepto para sus esquinas y rincones. Con un pincel o brocha se consigue un acabado liso.
F2. A rodillo:
Puede ser con rodillo de espuma o de lana, que venden en muchos tamaños diferentes. En este caso se vierte la pintura en una bandeja, se impregna el rodillo, se elimina el excedente sobre el mismo borde del recipiente o una rejilla, y a continuación se hace rodar en la superficie. La velocidad de aplicación es más rápida que con una brocha, pero el acabado no es tan regular y no alcanza todos los rincones y esquinas; aunque también existen los «rodillos rinconeros», muy estrechos, que sí llegan a muchos rincones. Para alcanzar una mayor altura al pintar las paredes con rodillo, puedes acoplarle un alargador.
F3. A pistola:
La aplicación con pistola forma una nube de pintura pulverizada que requiere la extracción de los vapores o una fuerte ventilación, así que no es nada ecológica pero puede ser una gran solución para superficies que requieren una aplicación rápida y un acabado muy liso. Al pintar a pistola, la pintura (diluida con un 20-25% de disolvente) se pulveriza por una boquilla impulsada por aire comprimido.
F4. Con spray:
Los sprays son una buena opción para pequeños trabajos, con superficies muy irregulares donde se busca un acabado liso y una aplicación rápida y práctica. Tampoco son la opción más ecológica, ya que forman nube de pintura/vapores. Imprimaciones, barnices, lacas, pinturas… hoy en día se pueden encontrar todo tipo de productos, colores y texturas, en spray.
Además de estos 4 métodos principales, también puedes encontrar en tu tienda de bricolaje toda una serie de «útiles» para aplicar la pintura consiguiendo distintos efectos, aunque para utilizarlos bien se requiere un poco de maña o práctica; hablo por ejemplo de los tacos veteados para imitar la madera con sus vetas y nudos, espátulas y/o llanas.
Tampoco hay que olvidar las plantillas variadas que facilitan crear casi cualquier motivo o dibujo (cenefas, dibujos, grecas, sellos, etc.) incluso para los que se declaran más negados hacia la pintura.
Y si te pones creativo/a también puedes fabricar tus propias plantillas o guías, con papel adhesivo o incluso con la misma cinta de carrocero. No dejes de poner en práctica tus ideas, ya sabes: si puedes imaginarlo, puedes hacerlo.