Los bonsais o árboles en miniatura cultivados en bandejas, así como los kokedama o arreglos florales en bolas de musgo, o los ikebana, e incluso la flor de cerezo / Sakura… todas estas plantas típicas de Japón tienen en común su aspecto frágil y delicado. Y si puede haber algo más delicado que cualquiera de ellas, por ejemplo un bonsai, es un bonsai ingrávido, levitante, flotando en el aire como un pequeño satélite.
Hoshinchu es la compañía japonesa precursora de esta idea que han llamado Air Hoshinchu, a medio camino entre el tradicional bonsai japonés y el kokedama, y de la mano de la ciencia que hace posible su levitación gracias al magnetismo.
Ya desde hace un tiempo está en auge la utilización del magnetismo en diferentes sectores, incluida la decoración.
Vemos toda clase de objetos decorativos que levitan con aire de misterio, desafiando permanentemente la gravedad con un efecto relajante en el observador. Algunos trucos de magia utilizan el magnetismo para hacer flotar objetos dejando al público con la boca abierta. Pero no es magia, es ciencia.
Air Hoshinchu no son sino árboles en miniatura que giran sobre su propio eje gravitatorio, tal y como hace la tierra en su movimiento diario de rotación, pero en estos bonsai flotantes la fuerza magnética proviene de la base sobre la que levitan.
Cada bonsai se planta en una pequeña esfera de tierra a modo de kokedama, en cuyo interior se aloja un imán. En la «base energética» hay un mecanismo de rotación y otro imán que permite levitar la planta hasta 2 cm por encima de ésta.
Este proyecto se encuentra en la web de crowfunding kickstarter y sus creadores ya cuentan con más de 3.500 patrocinadores para alcanzar la financiación que les permita fabricar y comercializar los kit «hazlo tú mismo» que consisten en: un «pequeño planeta» cubierto de musgo, preparado para que uno mismo pueda trasplantar en casa su bonsai o planta favorita + la «base energética» que conduce la energía magnética que hace a la planta flotar y está hecha de porcelana japonesa tradicional «Imari» mediante moldes que permiten su construcción en serie, aunque también existen 4 opciones de base artesanas tipo «roca»: Shiro-tsubaki, Suzu-mushi, Kona-yuki y Kuro.