La manera más inmediata y funcional de separar ambientes y/o distintos usos dentro de un mismo espacio abierto es haciendo uso de muebles, como por ejemplo librerías o aparadores. De esta forma se puede cambiar la distribución sin más que mover los muebles de sitio, siempre que la forma y dimensiones de la estancia lo permitan.
Además de separar ambientes sin ocultarlos, no como haría un tradicional tabique divisorio, los muebles ayudan así a ganar sensación de continuidad visual y por tanto amplitud y, por otro lado, aportan espacio de almacenaje, lo que en los apartamentos pequeños es importante para mantener los objetos pequeños ordenados y guardados, ya que el orden es una de las reglas básicas que hay que procurar mantener en los espacios reducidos.
Delimitar un recibidor con un mueble:
A veces la zona de recibidor es amplia y puede verse el salón o el pasillo desde ésta. En estos casos, si quieres delimitar el recibidor y ganar privacidad, puedes colocar por ejemplo una estantería sin trasera, es decir, una estantería que lo sea tanto del lado del recibidor como del lado opuesto, a modo de separador de ambientes semi-abierto, que en la parte inferior puede tener cajones o puertas para almacenaje, por ejemplo de zapatos del lado del recibidor o que sirva de aparador si al otro lado se sitúa el comedor por ejemplo.
De esta manera se establece claramente una separación y se consigue la privacidad deseada pero no se pierde la percepción de espacio común.
Muebles divisorios en dormitorios con baño:
En los dormitorios con baño, puedes separar la cama de la pared por delante de la puerta del baño creando un «pasillo» en el dormitorio gracias a un mueble que además haga las función de cabecero y que hará que la distribución y la decoración se enriquezcan con matices propios de un dormitorio de hotel.
Muebles que delimitan ambientes en un estudio:
Un mueble puede ser la solución para «compartimentar» parcialmente un pequeño espacio abierto multifuncional, el clásico estudio donde se come, se duerme y se trabaja.
En este tipo de espacios, por ejemplo una estantería, o también un mueble bajo a los pies de la cama (o en el límite del área de escritorio), puede servir de «separador» entre la zona de estar y la de descanso (o la de trabajo, respectivamente). Además, puede servir de apoyo a una pantalla de plasma que, con sólo girarla, pueda verse desde la cama o desde el sofá.
Muebles para separar el estar del comedor:
En un espacio único de estar – comedor, un mueble a medida, o incluso uno estándar, puede independizar ambos usos con la privacidad justa, sin que dejen de formar parte del mismo espacio. Si el mueble se encarga a medida, o lo encuentras de la medida que quieres, puedes elegir la anchura y altura en función del espacio y hacer que el mueble sirva, por ejemplo, de un lado como aparador para el comedor y, del otro, como biblioteca para la zona de estar, lo que sería una solución además muy funcional y práctica y lograría independizar los dos ambientes sin interrumpir el paso de luz natural ni la continuidad en paredes y techos.
Si el espacio es muy pequeño, conviene que éste sea un mueble bajo, cuya altura sea aproximadamente la altura del respaldo del sofá y cuya anchura sea igual o mayor que la de éste. En este caso, al tener la misma altura del sofá, el mueble debería resaltar respecto de éste por ejemplo con un color que sea muy diferente, para destacar su presencia y marcar el límite entre ambos usos.
Cuando hay pilares estructurales en medio de un espacio, éstos pueden condicionar un poco la distribución, pero si se integran estos muebles a medida con ellos, acaban formando parte del conjunto sin entorpecer el paso ni ser elementos «a disimular», sino que puede incluso destacarse su presencia y potenciarla.
Muebles separadores de ambientes en la cocina – comedor:
Para separar una amplia zona de cocina – comedor, un mueble – isla de cocina a medida, que sea aparador del lado de la cocina y barra de desayunos del lado del comedor, puede ser todo un acierto.
Los muebles, como elementos que separan ambientes, logran independencia de usos y unidad espacial al mismo tiempo, y además son muy útiles / funcionales, ya que al mismo tiempo sirven de almacenaje y soporte de todo tipo de objetos (decorativos o no), por eso son una opción muy válida a la hora de delimitar los distintos usos dentro de un espacio común.