Se trata del baño de un apartamento de 135 m² en un edificio de estilo art-deco de 1930 en Amberes, Bélgica, diseñado por Dieter Vander Velpen (arquitecto) junto a Patricia Goijens, sus propietarios. Una acertada reforma que demuestra que apostar por el contraste vale la pena. El nuevo baño tiene lo imprescindible pero consigue un resultado impactante, en primer lugar por el contraste de la grifería negra (serie Tara, de Dornbracht) sobre el mármol blanco (modelo Statuario de la marca belga Il Granito). Un diseño minimalista que prescinde de armarios o estantes y utiliza una hornacina horizontal donde apoyar los botes y otros accesorios de baño. Además me gusta mucho el elegante veteado del mármol natural que se ha emparejado simétricamente al corte en la pared frontal. La bañera es una bañera vintage con patas blanca.
Así era el baño antes de la reforma:

Y así quedó después de la reforma:

Apuesto a que, en una encuesta virtual, el porcentaje de «Me gusta» para esta reforma sería mucho mayor que el porcentaje de «Me atrevo». Sin embargo, arriesgar en interiorismo vale la pena, y es la única manera de salir de la monotonía de los servivios «en serie». Y tú, ¿te atreverías con una reforma en blanco y negro para el baño de tu casa?
Gracias a Patricia por compartir las fotos. Clic en las imágenes para más info.
Desde luego que la decoración de un baño usando estos dos colores es genial, pero es una combinación que si bien es muy atractiva no es aceptable para todo el mundo. Yo apuntaría aún más, es una decoración apta solo para personas con caracter atrevido y que saben lo que quieren.
La verdad es que sobre gustos no hay nada escrito, al final cualquier diseño, por bueno que sea, siempre debe pasar el filtro de los gustos personales que depende de la personalidad de cada uno, así es. Gracias por opinar Francisco, saludos.