Sobre un molino de agua del siglo XIX encontramos esta fabulosa residencia que me ha cautivado por su historia y su arquitectura, tradicional por fuera y contemporánea por dentro: una arquitectura vernácula que se integra perfectamente en el paisaje, mientras el diseño de interiores y la decoración son de una rusticidad moderna y elegante, de estilo natural, donde el minimalismo es la consecuencia de un lugar idílico donde el paisaje natural supera cualquier tipo de decoración.
El lugar de emplazamiento es de esos que te dejan sin aliento y harían desconectar de todos los problemas incluso a la persona más estresada del mundo, un paisaje de novela, rodeado de cascadas. Los arquitectos del Grupo DMD convirtieron el antiguo molino de agua construido en el siglo XIX en esta moderna residencia en el norte de Gales, combinando con inteligencia los contrastes como rugoso-liso, rústico-pulido, y madera-yeso, incorporando accesorios de baño y cocina ultramodernos en una casa con historia, consiguiendo confort y sutiles contrastes.
El antiguo molino exteriormente te transporta a novelas históricas que se desarrollan en una época de vida sencilla y carente de tecnología, interiormente te devuelve al siglo XIX en unos espacios acogedores y cálidos, elegantes y sin estridencias. Una casa para disfrutar de la naturaleza y una vida relajada, ¡un auténtico lujo!.
Imágenes: hqroom.ru