Hoy nos vamos hasta Australia para visitar «One Hot Yoga» un centro de yoga de diseño contemporáneo minimalista, estilo natural y ambiente relajante.
Uno de los motivos de elegir este proyecto de interiorismo para el post de hoy, es que demuestra que el color gris no es sinónimo de frío, como se suele pensar. Puede que teóricamente sea un tono frío, pero cuando se combina con colores pastel, o como en este caso con madera, colores arena y blanco, da lugar a interiores cálidos y acogedores y, sobre todo, elegantes. Ubicado en la planta baja de una antigua fábrica, este estudio de yoga es un santuario contemporáneo estimulante para cualquier aficionado o yogui.
Al entrar se aprecian las líneas puras, las texturas y los materiales reciclados, que crean un ambiente de calma y contemplación. Además se utiliza un sistema de calefacción de paneles de baja energía que proporciona una sutil calidez muy agradable. Los pavimentos de hormigón pulido, los cuidados detalles y los sutiles contrastes de color y texturas, crean un ambiente de lujo. El vestíbulo acristalado ofrece un lugar de encuentro donde los usuarios pueden llenar las botellas con agua en el lavabo-fuente de piedra, descansar entre clase y clase o charlar con otros yoguis. Los vestuarios separados por amplias, altas y pesadas cortinas, ofrecen una experiencia de Spa. Nada sobra, y nada falta, ohmmm 😉
Diseño de interiores: Rob Mills architects / Fotografías: Earl Carter
Vísto en Contemporist
Perfecta fusión entre disciplina que se imparte y decoración interior. Materiales muy bien elegidos. Un lugar para relajarse ?