Esta vivienda situada en el centro de una ciudad sueca mantiene el espíritu industrial que hace alusión a su origen, un antiguo taller, ahora transformado en una acogedora vivienda, cálida a pesar del uso de materiales predominantemente fríos como son el hormigón y el acero.
La madera lacada en blanco, la cerámica, los textiles naturales, como el algodón y la lana, son elementos que suman calidez, sin perder el carácter industrial de una vivienda nórdica con una paleta de colores neutros. El mobiliario es bastante minimalista y algunas piezas integradas están diseñadas para una casa donde nada desentona, aunque las miradas se pueden entretener en los detalles a cada paso.
Entre los elementos de marcado carácter industrial destacan las paredes y lámparas de cemento del comedor, las sillas y la mesa de estructura de acero, la encimera de cemento de la cocina y las lámparas que cuelgan sobre ésta, los taburetes, la estructura de barras metálicas que soportan las cacerolas, la escalera de pie, también metálica, puertas y divisorios de vidrio con perfilado metálico, maceteros de cemento y recipientes metálicos, lámparas de pie, lámparas de mesa y sillas de marcado estilo industrial.
Fotos: Johan Sellén / Arquitecto: Johan Israelson / Fuente: Elle decoration